El general de división y director de la ONA, Juan Grillo
La acusación mediática de colusión entre el gobierno de Venezuela y el narcotráfico no es nueva. El 19 de enero de 2008, el responsable de la política antidrogas de la Casa Blanca, John Walters acusaba al antiguo presidente venezolano Hugo Chávez de ser “un facilitador del trafico de droga”. Años más tardes, esta matriz de opinión ha sido retomada por el sistema mediático para crear la imagen de un Estado forajido en Venezuela. Sin embargo, en su afán de propaganda antibolivariana, ningún medio de comunicación se tomó la molestia de escuchar a los actores de la lucha antidrogas en Venezuela. Fuimos a entrevistar al general de división Juan Grillo, director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) de Venezuela. El general Grillo nos presenta en exclusividad la realidad de la lucha cotidiana contra este flagelo. Nos ofrece otro punto de vista, siempre ignorado por los medios de comunicación internacionales.
Romain Migus: ¿Por qué, el 8 de agosto de 2005, el gobierno bolivariano de Venezuela decide romper sus acuerdos con la Drug Enforcement Administration (DEA), la agencia antidrogas de Estados Unidos?
Juan Grillo: Una vez que se creó la Agencia Nacional Antidrogas, se manifestó la necesidad y la decisión por parte de nuestro comandante en jefe en este momento y comandante supremo, Hugo Chàvez, de dejar sin efecto los acuerdos con la DEA. Tienes que saber que en este mismo edificio, había un especie de embajada gringa paralela. Nadie tenia aceso a ella. Utilizando el pretexto de la “lucha contra el trafico internacional contra las drogas”, estaban utilizando unos aparatos para interceptar llamadas telefónicas, hacer grabaciones y escuchas. Lo que debían haber utilizado para la lucha antidroga, lo utilizaban en contra de la política interna de Venezuela. Cuando el comandante Hugo Chávez decide dejar sin efecto los acuerdos con la DEA, empezamos a caminar sobre nuestros pies en la política antidroga. Hasta este momento, nosotros, al igual que en toda la región, respondíamos a los intereses estratégicos de los países hegemónicos, Estados Unidos y Europa. Nuestro único papel era solo convertirnos en una barrera para evitar que la droga saliera hacia esos destinos. No se contemplaba el resguarde soberano de los 2.200 kilómetros de frontera que compartimos con el mayor productor de cocaína en el mundo que es Colombia. Uno de nuestros objetivos también, a partir de esta fecha, era evitar que la droga proveniente de Colombia ingrese a nuestro territorio, y que peor aun se quedara aquí. Nosotros no producemos drogas. Somos reconocido por la ONU como un país libre de producción de plantaciones y cultivos de droga.
Con la DEA, teníamos un promedio de incautación de 34 toneladas métricas al año. Sin la DEA, en 13 años, mantenemos un promedio de incautación de 51 toneladas anuales. Desde 2005, hemos incautado 639 toneladas de droga. Bien lejos de haber sido perjudicado por haber suspendido estos acuerdos con la DEA, nosotros estamos siendo mucho más eficaz y eficiente no solo en el punto de la cooperación internacional en la lucha antidroga sino que respondemos a nuestros propios intereses evitando que el trafico de droga y el consumo en Venezuela crezca. Desde las cifras se evidencia que Estados Unidos utilizaban el pretexto de la lucha antidroga para espiar nuestra política interna, como lo denuncio en este tiempo el comandante Chávez. Además utilizaban nuestro territorio para el trafico, porque sin ellos agarramos el doble de droga.
RM: ¿Cual es la estrategia de la ONA en materia de prevención?
JG: Nosotros concebimos el problema mundial de las drogas desde el problema de la producción, del comercio ilícito pero también del consumo. Estados Unidos no mira este ultimo punto. Son el país que más consume. Nosotros luchamos contra el trafico internacional de drogas, con cooperaciones internacionales. Pero también, nuestro plan nacional antidrogas, puesto en marcha por nuestro comandante en jefe y presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se enmarca en la Gran Misión Cuadrantes de Paz.
Llevamos todo nuestra política publica de prevención y de consolidación de la paz hasta un “cuadrante de paz”, que es un territorio pequeño de entre 2.5 y 5 km2, donde mantenemos una presencia policial y actividades de prevención con otras instituciones que se encargan de la parte deportista, cultural, educativa, de salud. De esta forma, aterrizamos toda nuestra política en un territorio definido, en las comunidades. Con este plan, impedimos que nuestros jóvenes caigan en el nefasto mundo del consumo de droga. A través de nuestro observatorio de droga, priorizamos incluso algunos cuadrantes más proclive al microtráfico. Con esta herramienta, podemos tener conocimiento geográfico de donde se ubican los nodos más problemáticos.
RM: ¿Cómo actúan en la represión del delito?
JG: Nosotros no utilizamos la palabra represión, preferimos hablar de nuestro labor reactivo. Hemos realizado 119.605 arrestos por delito de droga desde 2006. Pero le hemos dado muchos golpes al trafico internacional de droga, que pretende utilizar nuestro territorio, nuestro mar, nuestro espacio aéreo como espacio de comunicación entre el principal productor de cocaína en el mundo, Colombia, y los principales consumidores, Estados Unidos y Europa. Al tener 2.200 kilómetros de frontera con Colombia, donde el gobierno de este país ni siquiera ejerce su soberanía en su territorio, debemos tener muchos controles. Además de los chequeos terrestres, tenemos un control de nuestro espacio aéreo gracias a la colaboración del sistema de defensa antiaérea de las fuerzas armadas venezolanas y al apoyo del Instituto Nacional de Aviación Civil.
Estamos lejos de los años 80 en Colombia cuando Álvaro Uribe otorgaba los permisos de vuelos, desde la dirección de Aviación Civil de este país, al cartel de Pablo Escobar. Nosotros estamos destruyendo las pistas clandestinas. Nuestro grande territorio, en particular en el llano, se presta para la construcción de etas pistas clandestinas pero nosotros las vamos inhabilitando y destruyendo.
También, recuperamos 47 avionetas vinculadas al narcotráfico y hemos inhabilitado 139 más. Así mismo, hemos destruido 317 laboratorios donde se producía droga.
RM: ¿Qué tipo de acuerdos internacionales Venezuela ha suscrito en la lucha antidroga, y con quien?
JG: Tenemos 53 acuerdos firmados con 39 países, además de los acuerdos con las Naciones Unidas, y la Unión Europea dentro del foro Celac-UE. Mantenemos un flujo de trabajo normal con nuestros pares internacionales. Esta cooperación internacional se refleja en nuestros resultados. Hemos capturado 152 capos de la droga que estaban siendo buscados al nivel internacional. De ellos, 79 han sido extraditados, y 40 están en proceso de serlo. Estos 119 capos no traficaban en Venezuela, sino los hubiésemos juzgado aquí. Querían esconderse usurpando una identidad, pero no estaban cometiendo delito en nuestro país. Nosotros, cooperando con las policías de América Latina o al nivel internacional, los arrestamos y los deportamos, principalmente a Europa, a Estados Unidos y a Colombia. Estas cifras no tienen nada que ver con los miles de arrestos que realizamos al año.
En este caso hablamos de capos de la droga, identificados gracias al trabajo conjunto que tenemos con las policías europeas, de América del Sur, de América Central. En realidad, la única policía con los cuales hemos roto todo tipo de comunicación es la DEA, y con los que intentan imponer su política en nuestro país. Además, enviamos nuestros resultados y cifras a nuestros encargados policiales en nuestras embajadas para que informen a sus pares en el país donde están. Igualmente, informamos permanentemente a los encargados policiales en las embajadas presentes en nuestro país. El trabajo de la ONA se conoce en sus gobiernos, pero no le dan divulgación.
RM: ¿Cómo explica entonces esta matriz de opinión mediática de la existencia de un “narcogobierno” en Venezuela?
JG: La creación de la Oficina Nacional Antidroga en Venezuela responde a nuestros intereses estratégicos. En muchos países, el tema de la droga es solo un tema policial. Nosotros elaboramos la política y la estrategia integral de la lucha contra las drogas, la coordinación con otros entes. Todo lo que tiene que ver con la lucha antidroga esta supervisado por la ONA. Logramos la instalación de circuitos judiciales especiales en el tema antidroga. Hay fiscales nacionales únicamente dedicados al tema de la droga.
Con nuestros acuerdos internacionales, nos mantenemos al día en esta problemática y coordinamos nuestras políticas antidroga. Es una gran mentira decir que Venezuela está aislada en esta lucha. Hablar de “narcogobierno” no solo es hipócrita, sino que es completamente falso. El informe de las Naciones Unidad sobre la droga menciona con cifras que la producción de droga aumentó en Colombia, o que las sobredosis aumentan en Estados Unidos. Cuando se refieren a Venezuela no pueden mencionar estas cifras negativas.
Estas matrices de opinión responden a una guerra no convencional y multiforme contra Venezuela. Son noticias falsas cuyo objetivo es montar un expediente negativo para construir la imagen mediática de un Estado fallido o forajido en Venezuela. La meta es poder volver a incidir en nuestras políticas soberanas o, peor aún, justificar una invasión. Los Estados Unidos trabajan en la construcción de este expediente desde que la Revolución Bolivariana decidió que nuestro país es soberano e independiente, y no tiene que seguir las políticas ordenadas por el imperio.
RM: Cuantas entrevistas con medios internacionales has tenido desde que asumió la dirección de la ONA?
JG: A través de nuestra dirección de prensa, organizamos muchas ruedas de prensa para informar a los medios internacionales nuestros resultados. Vienen periodistas internacionales pero no sale mucho nuestra información.
RM: Y cuantos medios internacionales le han pedido una entrevista como la que estamos haciendo para dar a conocer la estrategia integral de la ONA?
JG: Telesur, RT….y tu.
RM: Interesante. Que extraño que no hubo más pedido de entrevista si este tema surge de forma permanente para atacar a Venezuela. Muchas gracias por habernos ofrecido otra mirada sobre la lucha antidroga en Venezuela.